sábado, 21 de mayo de 2011

«Esto no se va a acabar el 22M»

Todos los caminos llevan a Sol

 El miedo inicial a una posible carga policial no impidió
que los manifestantes celebraran una jornada más de protesta pacífica

 

ADRIÁN DELGADO, 4.00h | Desde la Carrera de los Jerónimos hasta la calle Arenal, desde Alcalá hasta la calle Mayor, de punta a punta de la Puerta del Sol. Puede que esta madrugada sea la última, o tal vez no. Lo único seguro esta noche es que hay más de mil personas que abarrotan el centro de la capital.

El miedo a una posible carga policial no ha impedido que, como cada noche desde el 15M, el campamento celebre una jornada más de protesta pacífica. Hasta el momento no ha habido ningún altercado, si bien es cierto que la presencia policial es mucho mayor que otros días. El número de efectivos sanitarios también ha aumentado.

Como ocurría ayer muchos se han pasado por Sol para curiosear de camino a las discotecas próximas. No obstante, la media de edad ha subido considerablemente. Juan es un treintañero que ha decidido pasar la noche en Sol por primera vez: «El trabajo me ha impedido venir hasta ahora, pero mañana libro y no pienso perderme esto». La heterogeneidad cada vez es más acusada en el epicentro de las protestas que ya se extienden por toda España. 

La creatividad no cesa en su empeño de seguir manteniendo el carácter festivo y pacífico de la concentración. Debajo del edificio de «Tío Pepe» una valla sirve de álbum para la libre expresión. Una zona está plagada de folios rojos donde reza: «Saca tarjeta roja a lo que quieras». Alguien anónimo amonesta simbólicamente a la banca, otros a los privilegios políticos y alguno a aquellos que, haciendo botellón, desvirtuan las protestas.

De momento todo sigue en calma y mientras se escuchan aplausos, Miriam, que es abogada, pega un folio con el poema «La poesía es un arma cargada de futuro» de Gabriel Celaya en una pared y afirma: «Esto es increíble, francamente emocionante. Estamos haciendo historia».


«Esto no se va a acabar el 22M» 

Todo indica que las protestas se mantendrán 
después de los comicios de mañana


A. D. 8.00h | Abarrotada de gente y ávida de noticias. Así estaba esta madrugada la Puerta del Sol. Los periodistas iban y venían al mostrador de prensa cada diez minutos. Hasta la estatua ecuestre del rey alcalde de Madrid, Carlos III, llegaban novedades cada segundo y lo hacían desde todas las partes del mundo. No eran ni decisiones ni acuerdos sobre la jornada de «reflexión colectiva». Eran mensajes de apoyo que viajaban a través de twitter desde Canarias, Lisboa, México DF, o Atenas y que dejaban bastante claro que las protestas de los «indignados» no han hecho más que comenzar.

El movimiento 15M se ha extendido como la pólvora. A medianoche, aproximadamente 20.000 personas se concentraron en Sol y más de mil se quedaron a dormir en ella. Pese a que el Tribunal Supremo rechazó el recurso de IU, la Policía no desalojó la acampada porque finalmente no hubo ningún atisbo de desorden público. El campamento ya ha ampliado sus fronteras y las tiendas de campaña colonizaron anoche las calles próximas a la Puerta del Sol.

«Valencia, Sevilla, Alicante, Tenerife, Barcelona... Estamos recibiendo el apoyo desde toda España y parte del extranjero», comentó a ABC una de las portavoces. «Están ocurriendo cosas maravillosas como que la Policía se haya solidarizado con los manifestantes en Tenerife –explicó–. Ya existen, repartidos por el mundo, 320 campamentos que imitan al de la Puerta del Sol. Sólo en México hay convocadas para hoy 42 manifestaciones a favor de nuestras reivindicaciones», afirmó una portavoz. «Yo soy de Alicante y allí esta noche también se han reunido cerca de mil personas, esto no hay quien lo pare», concluyó. 

«Somos una revolución ética» 

La jornada de «reflexión colectiva» se presenta de lo más tranquila en la «plaza de la Solución» de Madrid. Desde que el reloj de la Puerta del Sol anunciara la medianoche, no se han vuelto a oír ni a ver pancartas o lemas electorales. Según sus organizadores, la base para el desarrollo óptimo de este día de protestas es el respeto absoluto a la jornada de reflexión. «Sólo así será posible canalizar nuestras necesidades. Somos una revolución ética. Aquí estamos para reflexionar, no sólo sobre asuntos electorales, sino sobre los motivos que nos han llevado a este desencanto con el sistema», comentó una campista.

«Estamos creciendo a marchas forzadas. Hasta ahora hemos actuado de forma local pero, ante el seguimiento masivo del 15M, necesitaremos coordinar todos los campamentos situados en España y en Europa porque esto no se va a acabar el 22M», declaró otra portavoz de prensa. Mientras tanto el campamento siguió con su rutina nocturna de sub asambleas y debates que llevarán nuevas propuestas de actuación para después de las elecciones y que serán debatidas en la asamblea general que se celebrará hoy a la una del mediodía.

Por otra parte la organización del campamento mejora con los días. A las novedades que explicadas ayer se suma una improvisada sala de cine donde se emiten documentales de diversa temática, todos ellos en línea con las reivindicaciones de los «indignados». El proyector se instaló en la salida del metro próxima a la calle del Carmen y logró reunir a decenas de personas que disfrutaron incluso de las palomitas que anoche donaba un circo de forma solidaria. 

What's happening here? 

Algunos hoteles de la zona también han manifestado su malestar por los ruidos que generan las protestas. «Los clientes no tienen la culpa, hay ruidos durante toda la noche y algunos se han quejado», explicó un relaciones públicas que prefirió no dar su nombre. «Los turistas extranjeros preguntan constantemente qué pasa. Los asiáticos, por ejemplo, no entienden el objetivo de las protestas. La mayoría cree que la finalidad de la concentración es derrocar al Gobierno. Los europeos, sin embargo, saben más o menos de qué va esto. A veces nos preguntan si lo que se publica sobre la «spanish revolution» en la prensa de sus países se ajusta a la verdad. Nosotros tratamos de explicarles las cosas lo mejor posible, aunque resulta muy complicado», concluyó.

Por su parte, los comercios de la zona miran con temor que las protestas se extiendan más allá del domingo. La mayoría de los comerciantes coinciden en que la acampada de Sol ha bajado sus ventas. «Lo que no es digno es que cada mañana tenga que fregar el escaparate porque esté lleno de orines y basura», dice una comerciante que prefiere mantenerse en el anonimato. «Cada día que pasa estoy perdiendo tiempo y dinero», concluyó.

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