sábado, 21 de mayo de 2011

«Esto no se va a acabar el 22M»

Todos los caminos llevan a Sol

 El miedo inicial a una posible carga policial no impidió
que los manifestantes celebraran una jornada más de protesta pacífica

 

ADRIÁN DELGADO, 4.00h | Desde la Carrera de los Jerónimos hasta la calle Arenal, desde Alcalá hasta la calle Mayor, de punta a punta de la Puerta del Sol. Puede que esta madrugada sea la última, o tal vez no. Lo único seguro esta noche es que hay más de mil personas que abarrotan el centro de la capital.

El miedo a una posible carga policial no ha impedido que, como cada noche desde el 15M, el campamento celebre una jornada más de protesta pacífica. Hasta el momento no ha habido ningún altercado, si bien es cierto que la presencia policial es mucho mayor que otros días. El número de efectivos sanitarios también ha aumentado.

Como ocurría ayer muchos se han pasado por Sol para curiosear de camino a las discotecas próximas. No obstante, la media de edad ha subido considerablemente. Juan es un treintañero que ha decidido pasar la noche en Sol por primera vez: «El trabajo me ha impedido venir hasta ahora, pero mañana libro y no pienso perderme esto». La heterogeneidad cada vez es más acusada en el epicentro de las protestas que ya se extienden por toda España. 

La creatividad no cesa en su empeño de seguir manteniendo el carácter festivo y pacífico de la concentración. Debajo del edificio de «Tío Pepe» una valla sirve de álbum para la libre expresión. Una zona está plagada de folios rojos donde reza: «Saca tarjeta roja a lo que quieras». Alguien anónimo amonesta simbólicamente a la banca, otros a los privilegios políticos y alguno a aquellos que, haciendo botellón, desvirtuan las protestas.

De momento todo sigue en calma y mientras se escuchan aplausos, Miriam, que es abogada, pega un folio con el poema «La poesía es un arma cargada de futuro» de Gabriel Celaya en una pared y afirma: «Esto es increíble, francamente emocionante. Estamos haciendo historia».


«Esto no se va a acabar el 22M» 

Todo indica que las protestas se mantendrán 
después de los comicios de mañana


A. D. 8.00h | Abarrotada de gente y ávida de noticias. Así estaba esta madrugada la Puerta del Sol. Los periodistas iban y venían al mostrador de prensa cada diez minutos. Hasta la estatua ecuestre del rey alcalde de Madrid, Carlos III, llegaban novedades cada segundo y lo hacían desde todas las partes del mundo. No eran ni decisiones ni acuerdos sobre la jornada de «reflexión colectiva». Eran mensajes de apoyo que viajaban a través de twitter desde Canarias, Lisboa, México DF, o Atenas y que dejaban bastante claro que las protestas de los «indignados» no han hecho más que comenzar.

El movimiento 15M se ha extendido como la pólvora. A medianoche, aproximadamente 20.000 personas se concentraron en Sol y más de mil se quedaron a dormir en ella. Pese a que el Tribunal Supremo rechazó el recurso de IU, la Policía no desalojó la acampada porque finalmente no hubo ningún atisbo de desorden público. El campamento ya ha ampliado sus fronteras y las tiendas de campaña colonizaron anoche las calles próximas a la Puerta del Sol.

«Valencia, Sevilla, Alicante, Tenerife, Barcelona... Estamos recibiendo el apoyo desde toda España y parte del extranjero», comentó a ABC una de las portavoces. «Están ocurriendo cosas maravillosas como que la Policía se haya solidarizado con los manifestantes en Tenerife –explicó–. Ya existen, repartidos por el mundo, 320 campamentos que imitan al de la Puerta del Sol. Sólo en México hay convocadas para hoy 42 manifestaciones a favor de nuestras reivindicaciones», afirmó una portavoz. «Yo soy de Alicante y allí esta noche también se han reunido cerca de mil personas, esto no hay quien lo pare», concluyó. 

«Somos una revolución ética» 

La jornada de «reflexión colectiva» se presenta de lo más tranquila en la «plaza de la Solución» de Madrid. Desde que el reloj de la Puerta del Sol anunciara la medianoche, no se han vuelto a oír ni a ver pancartas o lemas electorales. Según sus organizadores, la base para el desarrollo óptimo de este día de protestas es el respeto absoluto a la jornada de reflexión. «Sólo así será posible canalizar nuestras necesidades. Somos una revolución ética. Aquí estamos para reflexionar, no sólo sobre asuntos electorales, sino sobre los motivos que nos han llevado a este desencanto con el sistema», comentó una campista.

«Estamos creciendo a marchas forzadas. Hasta ahora hemos actuado de forma local pero, ante el seguimiento masivo del 15M, necesitaremos coordinar todos los campamentos situados en España y en Europa porque esto no se va a acabar el 22M», declaró otra portavoz de prensa. Mientras tanto el campamento siguió con su rutina nocturna de sub asambleas y debates que llevarán nuevas propuestas de actuación para después de las elecciones y que serán debatidas en la asamblea general que se celebrará hoy a la una del mediodía.

Por otra parte la organización del campamento mejora con los días. A las novedades que explicadas ayer se suma una improvisada sala de cine donde se emiten documentales de diversa temática, todos ellos en línea con las reivindicaciones de los «indignados». El proyector se instaló en la salida del metro próxima a la calle del Carmen y logró reunir a decenas de personas que disfrutaron incluso de las palomitas que anoche donaba un circo de forma solidaria. 

What's happening here? 

Algunos hoteles de la zona también han manifestado su malestar por los ruidos que generan las protestas. «Los clientes no tienen la culpa, hay ruidos durante toda la noche y algunos se han quejado», explicó un relaciones públicas que prefirió no dar su nombre. «Los turistas extranjeros preguntan constantemente qué pasa. Los asiáticos, por ejemplo, no entienden el objetivo de las protestas. La mayoría cree que la finalidad de la concentración es derrocar al Gobierno. Los europeos, sin embargo, saben más o menos de qué va esto. A veces nos preguntan si lo que se publica sobre la «spanish revolution» en la prensa de sus países se ajusta a la verdad. Nosotros tratamos de explicarles las cosas lo mejor posible, aunque resulta muy complicado», concluyó.

Por su parte, los comercios de la zona miran con temor que las protestas se extiendan más allá del domingo. La mayoría de los comerciantes coinciden en que la acampada de Sol ha bajado sus ventas. «Lo que no es digno es que cada mañana tenga que fregar el escaparate porque esté lleno de orines y basura», dice una comerciante que prefiere mantenerse en el anonimato. «Cada día que pasa estoy perdiendo tiempo y dinero», concluyó.

viernes, 20 de mayo de 2011

Noche de incertidumbre en Sol



ADRIÁN DELGADO 6.00 AM | La Puerta del Sol está más llena que nunca. Los habituales universitarios de cada jueves se cruzan en esta plaza con los cientos de manifestantes que a estas horas siguen concentrados en el campamento. El elevado número de personas aquí congregadas ha provocado que las sub asambleas que se celebran cada noche al lado del Oso y el Madroño se hayan dispersado por las calles aledañas.

A pesar de que a través de los altavoces se llame constantemente a la unidad, el hecho de que cada comité esté tomando sus propias iniciativas hace pensar a los organizadores que las decisiones que se alcancen estén poco consensuadas. Por eso cuando finalicen todas las propuestas «serán sometidas a votación en un comité de "acción final" que propondrá una postura común», afirma uno de los coordinadores.

En la calle Tetuán, justo debajo de la placa que rememora la fundación del PSOE, una comisión de acción económica discute acaloradamente una serie de propuestas. Entre ellas está la nacionalización de la banca. Mañana propondrán en la asamblea general que se celebrara a las 13h una sentada silenciosa el sábado a las 18h frente al Congreso y una manifestación, a la misma hora, en el Banco de España. También han propuesto realizar pintadas en surcusales bancarias pero finalmente se ha desestimado ante el comentario de uno de los allí reunidos: «Soy gallego, pero me encanta madrid. No creo que a nadie le guste que se pinten sus calles con grafitis. Se nos va a echar la gente encima».

En otras comisiones, como la de asuntos políticos, ha sido imposible llegar a un acuerdo. Se ha celebrado en la calle Arenal y apenas estaban reunidas 15 personas. Un portavoz del comité de información ha expresado a ABC su temor a que el número, cada vez mayor de asistentes, vaya en detrimento de la unidad de acción que hasta ahora se había dado. 

El ambiente es festivo. Varios músicos amenizan la noche y en la calle Carmen hay malabares con fuego para el disfrute de muchos. Todos esperan la llegada de un nuevo día sin disturbios. Mientras tanto, el campamento crece con la noche y los vendedores ambulantes hacen su «mayo» vendiendo cerveza en la Puerta del Sol. Todavía no se sabe con certeza si se celebrará o no la manifestación del sabado.

Catálogo de novedades en el epicentro de las protestas

Los organizadores descartan convocar una 

manifestación durante la jornada de reflexión 

 

8.00 AM | Si se hiciera una foto aérea a la Puerta del Sol, lo que más llamaría la atención con respecto a otros días sería la visión de una nueva distribución de panal. Los manifestantes han dibujado pequeñas calles imaginarias que facilitan el tránsito por la plaza y que hacen más cómodos los desplazamientos. Es sólo un ejemplo de las mejoras que se están llevando a cabo. Una organización que queda patente en cada esquina de Sol. Se ha creado un «área de diseño gráfico» en la que se diseñan y fabrican las pancartas que decoran la plaza y que sirven de estandartes durante el día. «Ahora sí, Madrid es la suma de todos» o «El pueblo unido funciona sin partidos» son algunos de sus lemas.

También hay novedades en cuanto a las infraestructuras. El campamento ha crecido y da cabida a las más de 400 personas que conviven en él. Aunque todavía hay muchos que descansan al raso, cada vez hay más tiendas de campaña. Sin embargo, este aumento de manifestantes no conlleva un empeoramiento de las condiciones de los mismos. Los participantes de la convocatoria de hoy han podido disfrutar de algunas «comodidades» con las que no contaron la calamitosa velada del miércoles.

Se han instalado cuatro retretes portátiles que mejoran la salubridad de la plaza. Según los servicios de limpieza, esta medida era más que necesaria porque ya se veían «ríos de pis» corriendo por las calles. Además, este servicio ha tenido «más trabajo que otros días» a pesar de la ayuda prestada por los voluntarios del comité de limpieza. A este hecho ha contribuido el aumento de personas reivindicando las protestas puesto que se han unido muchos jóvenes que han acabado apoyando el movimiento su jornada de «juvernes» —término que utilizan los universitarios para referirse a los jueves en los que se sale de fiesta y que es una mezcla de jueves y viernes—.

Otras novedades que se pueden ver en la Puerta del Sol son un buzón de sugerencias, dos placas solares que suministran energía a diversos aparatos tecnológicos, un área donde se fabrican sillas y mesas con maderas reutilizadas y un láser que proyecta sobre el emblemático edificio del reloj las palabras «libertad, unidad y justicia». Un lema que recuerda más que nunca al utilizado durante la revolución francesa.

Las protestas atraen más protestas

Cada vez son más los colectivos ciudadanos y sociales que se acercan a la Puerta del Sol para reivindicar específicamente sus problemas. Desde la tarde ayer varios grupos de inmigrantes solicitaban firmas para que se detengan las demoliciones en la Cañada Real Galiana. Además se pueden observar varios carteles que anuncian una manifestación en Cibeles con las mismas reivindicaciones, pero en este caso para el Gallinero. Un portavoz del comité de prensa ha manifestado a ABC que aunque no comparten muchas de estas reivindicaciones, las respetan.«Sol se ha convertido en un lugar donde expresarse libremente. Nosotros no tenemos opinión al respecto», ha comentado.

No habrá manifestación

El mismo portavoz ha afirmado que no habrá manifestación durante la jornada de reflexión.«Queremos que se respete la jornada de reflexión. Nosotros también reflexionaremos juntos aquí, en la Puerta del Sol, con todo aquel que se quiera acercar», ha dicho. Además ha manifestado su asombro por cómo ha crecido el campamento desde que se iniciaron las protestas. «Ésto se ha convertido en un fenómeno natural con el que la gente se siente muy identificada. Desde aquí agradecemos todo el cariño que la gente nos está demostrando», concluyó.

jueves, 19 de mayo de 2011

Otra noche más en la Puerta del Sol

Los manifestantes desafiaron a la lluvia y a la declaración de ilegalidad de la Junta Central Electoral

 



ADRIÁN DELGADO | Esta mañana la Puerta del Sol olía a cartones mojados. Si la madrugada anterior todos los focos estaban puestos sobre un posible desalojo policial, esta noche la lluvia ha sido la protagonista. Los manifestantes desafiaron la decisión de la Junta Electoral de Madrid, que declaró ilegal la concentración, pero la madrugada transcurrió con total normalidad y sin ningún incidente. 

En el campamento, la principal preocupación fue resguardarse del agua. Todos los esfuerzos estuvieron centrados en mantener en buen estado las improvisadas carpas de plásticos para evitar que el peso del agua acumulada las pudiera tirar abajo. Algo que sucedió varias veces a lo largo de la noche poniendo a prueba los ánimos de los manifestantes. Muchos de ellos decidieron marcharse a casa ante la desapacible noche que les esperaba. Por otro lado, la necesidad dio rienda suelta a la imaginación y a la creatividad con todo un «catálogo» de prendas impermeable realizadas con bolsas de basura, desde unos escarpines para evitar empaparse los zapatos hasta capuchas, faldas e incluso camisetas.

Sin embargo, el mal tiempo no hizo tanta mella en los que decidieron quedarse, aproximadamente unas 200 personas. El ambiente del campamento fue completamente festivo. Además, la organización instaló un sistema de megafonía que mantuvo informados a los manifestantes de todo lo referente a las protestas en España y en algunas embajadas españolas en Europa. «Ya hay gente apoyándonos en las embajadas de EE.UU. y de México», se oyó a través de los altavoces. «En Salamanca, donde están acampadas ya 40 personas, la Policía Nacional está ofreciendo café a los manifestantes», dijo un portavoz entre aplausos de los allí congregados, que gritaron: «¡Queremos café, queremos café!».

Manifiesto único


Ante la sensación de que, la noche anterior, los objetivos de las protestas no habían quedado demasiado claros, se ha difundido desde Democracia Real Ya a través de Twitter una serie de peticiones comunes de la «mayoría» de los que secundan este movimiento. El documento que circula por la red contiene tres reclamaciones fundamentales: «Reforma de la Ley Electoral en contra del actual sistema de reparto de escaños, una separación verdadera del poder político y judicial y una regeneración política que incluya listas abiertas y la supresión de la financiación publica de los partidos políticos.» Además, de forma secundaria, reclaman: reformar las funciones del Senado, la inhabilitación perpetua para los cargos públicos condenados por corrupción, la supresión de los privilegios asociados a cargos políticos y la publicación de los patrimonios personales antes y después del ejercicio de sus funciones.

Ayer Santiago Segura se dejaba ver por la Puerta del Sol mostrando su apoyo a los manifestantes y, esta noche, ABC ha podido comprobar que el joven actor, Alberto Amarilla, colabora también de forma activa dentro del comité de información del campamento. En él se han recogido ya miles de firmas que apoyan el mantenimiento de las protestas, no sólo hasta el 22M, sino hasta que se alcancen los objetivos comunes arriba mencionados.

Solidaridad vecinal


Son muchos los vecinos de la zona que han manifestado a ABC su malestar por los ruidos que genera la acampada. «Estoy a favor de estos chicos, pero deberían respetar el derecho a descansar de los que vivimos cerca», comenta Carmen señalando a sus dos hijos pequeños. En un bar de la calle Arenal, un grupo de manifestantes entabló conversación con una vecina mientras desayunaban. Margarita, que así se llama, les pregunta: «¿Por qué protestáis ahora? ¿Dónde habéis estado estos últimos cuatro años? Estoy convencida de que estáis dirigidos por alguien». Entre cafés, una manifestante le contesta: «Le aseguro que no hay nadie detrás de nuestra protesta, pero tiene usted toda la razón...deberíamos haber salido antes a protestar. Ese ha sido uno de nuestros errores», comenta haciendo autocrítica.

Algunos vecinos y comerciantes de la zona se han solidarizado con el campamento y sus ocupantes. Muchos les han llevado comida y bebidas calientes durante toda la noche. Otros, como Simón, han puesto a disposición de aquellos que lo necesiten el cuarto de baño de su casa para que se puedan duchar y una cama donde dormir si alguien se encuentra mal. «Sólo tienen que hacerme una llamada a mi móvil», afirmó. El gesto solidario más valorado por los que aguantaron la noche de lluvia llegó por la mañana en forma de desayuno con 400 porras para que los manifestantes entraran en calor después de una fría y húmeda noche.
 

Preocupados


A primera hora de la mañana, una portavoz del comité de información ha manifestado públicamente su temor a que los violentos puedan llegar a infiltrarse en el campamento, sobre todo mañana y el sábado donde se espera que aumente el número de manifestantes. «Desgraciadamente, en un grupo tan heterogéneo como éste, siempre hay incontrolados que no saben canalizar sus protestas. De todas formas estamos suscitando constantemente una conciencia grupal para evitar que la gente que no tiene nada que ver con nosotros diga cosas que desacrediten este movimiento pacífico», informó.
 
Sobre lo publicado en los medios de comunicación ha dicho: «hay gente que miente en nombre de la organización o que no sabe de lo que habla. Por eso creemos conveniente que los periodistas hablen antes con los responsables del comité de prensa». También ha anunciado que se celebrará una nueva asamblea a las 12 de la mañana.

 

miércoles, 18 de mayo de 2011

Noche de «asamblea» y protestas sin disturbios

 Los manifestantes convocaron y realizaron un debate en 
Sol para discutir como continuar con las protestas




ADRIÁN DELGADO | Todo parecía estar bajo un halo de tensa calma y cualquier murmullo hacía girar todas las cabezas de golpe bajo el temor de un desalojo inmediato que no llegó a producirse. En el centro de la Puerta del Sol, unas 300 personas descansaban entre cartones y sacos de dormir. Algunos incluso pedían silencio y respeto por las horas de sueño. Sin embargo, la madrugada propició más el debate que el descanso. En pequeños grupos de 20 personas difuminados por toda la plaza se divagaba en torno a «soluciones contra el abuso de los políticos y los banqueros» o sobre «el camino para transformar en realidad las exigencias y necesidades del “pueblo”».

El debate cambió de forma y lugar a las 3.30 h de la madrugada. Mientras el número de manifestantes decrecía paulatinamente, unas 300 personas se congregaban al lado de la estatua del Oso y el Madroño para llevar a cabo una «asamblea» en la que manifestar inquietudes, preguntas y opiniones. En ella, cada cuestión fue sometida a una votación a mano alzada, aunque pocas decisiones tuvieron quórum. También hubo aplausos, pero silenciosos –alzando las manos y moviéndolas en el aire como hacen los sordos– para no despertar a los que dormían, y algún que otro abucheo.

Por el maltrecho megáfono que tenían las siete comisiones en las que ha quedado organizado el campamento expusieron sus propuestas. A muchos no les gustó esa denominación: «Aquí no se traen propuestas, se traen exigencias», se escuchó en varias ocasiones. No obstante, varias voces recordaron que el éxito de sus protestas depende de respetar todas las opiniones que allí se viertan durante estos días. Las primeras decisiones que se tomaron fueron continuar las movilizaciones las 24 horas de hoy, mantener la acampada al menos hasta el próximo domingo y convocar una gran movilización el viernes o el sábado —el día está aún por decidir—, precedida de un concierto de cantautores.

A pesar de querer crear «un frente de unidad» para actuar conjuntamente, muchas de las propuestas generaron más división que otra cosa. Casi al final de la asamblea se planteó la posibilidad de elaborar una lista de «exigencias» para presentarlas ante el Congreso de los Diputados, donde está previsto que finalice la posible manifestación del fin de semana. Sin embargo, las interrupciones constantes impidieron que se respetara el turno de palabra y el mensaje quedó claramente desdibujado. Alguien gritó: «¡Nosotros somos el Congreso! No tenemos que ir a hablar con los políticos, que vengan ellos si tienen "huevos"...» (sic); «Hay que hacer daño a la banca y al Gobierno. Hay que ponerle “caras” a la crisis y presentarse en la casa de los banqueros y manifestarse», espetó otro.

Entre otras propuestas, un manifestante planteó que todos fueran vestidos de forma similar con una camiseta en la que se pudiera leer «Democracia Real Ya». Pero la idea no tuvo éxito. «No todos somos de “Democracia Real Ya”, aquí cada uno es de su padre y de su madre», irrumpió una voz a gritos. Ante lo que uno de los «asamblearios» añadió: «Compañeros, ésto no es un órgano de decisión, sino de expresión. No somos todos los que estamos, ni estamos todos los que somos. Aquí cada uno defiende sus intereses». La discrepancia fue aplaudida y criticada en los mismos términos y algunos manifestaron públicamente que la reunión «no había servido de mucho». A las seis de la mañana se disolvía la improvisada asamblea, momento que muchos aprovecharon para abandonar la Puerta del Sol, quedando un centenar de personas aproximadamente.

Pintadas en la sede de la Comunidad de Madrid

A pesar de haber seis furgones de la Policia Nacional y Local, la fachada lateral de la calle Carretas sufrió varias pintadas de antisistemas en las que se podía leer: «Muerte al Rey», «Reacciona» o «Ninguna agresión sin respuesta».

Muy organizados

«Una de las preocupaciones del campamento ha sido que todo estuviera organizado y autogestionado», afirmó uno de sus portavoces que prefiere mantenerse en el anonimato. Un conjunto de contenedores de basura junto a una alcantarilla conformaban un improvisado urinario con un cartel que dice «WC para aguas menores». Además, han creado varios puntos de información, donde recogerán firmas de apoyo durante todo el día,  y un «comité de prensa» para periodistas y medios de comunicación.


 A las 5.45h se convocó una reunión del «comité de seguridad» en las que se dieron varias recomendaciones ante una posible carga policial: «Cada uno debe estar con al menos cinco personas que conozca. Cuando finalice la asamblea deberemos realizar un cordón de protección sentándonos de forma pacífica. Si la Policia trata de desalojarnos, mantened flexionadas las piernas para evitar posibles fracturas. No entabléis discusiones violentas y sed pacíficos»

A las 7.20h las farolas de la Puerta del Sol apagaron sus luces y aparecieron por la calle Alcalá los primeros rayos de sol. El silencio quedó roto entonces por los aplausos y por los gritos de «lo hemos logrado». La policía, que al final de la noche no sumaba más de 20 agentes, se retiraba entre cánticos como «¡menos policía y más educación!».

Con el inicio de una nueva jornada de protestas, los manifestantes comenzaron a desmantelar los cartones que habían servido de «cama» durante la noche. Algunos pidieron escobas a vecinos, porteros de edificios y comerciantes para barrer la plaza. El SELUR (Servicio de Limpieza Urgente del Ayuntamiento) remató la limpieza iniciada por los manifestantes. «Queremos tener limpia la que va a ser nuestra casa hasta el domingo», comentó uno de ellos mostrando así las intenciones de permanecer en la Puerta del Sol hasta que se celebren los comicios del 22M.

jueves, 28 de abril de 2011

La otra noche de los libros

«Mientras leo, me evado y no pienso en las cosas malas.
Enla calle no hay otra cosa que hacer»

ADRIÁN DELGADO| Aún es de día pero «La Noche de los Libros» comenzó hace un par de horas. El Madrid - Barça no ha evitado que Neptuno esté tan concurrido de gente como otros días. En las aceras del Hotel Palace, en la plaza de Cánovas del Castillo, un hombre lee sentado encima de dos ladrillos superpuestos. En sus manos tiene un libro de cubierta roja y negra titulado «La Historiadora», de Elisabeth Kostova. Se llama Juan José, es madrileño, tiene cincuenta y cuatro años y vive en la calle desde hace catorce. Sólo levanta la vista del papel cuando alguien le echa alguna moneda en su vaso o cuando pasa alguna mujer que le gusta.

          Hace dos años dejó la heroína y la coca. Se enganchó en Melilla cuando tenía dieciséis años, mientras hacía la mili en La Legión. Un día decidió quitarse el mono para siempre. Dice que lo consiguió gracias a ser un cabezota. Ahora sólo toma metadona, pero también la quiere dejar. La toma por las tardes en Legazpi y después va a su parada siempre,–debajo del gran letrero del Palace– y lee. Ésta es su rutina desde hace cinco años.

          «No me gustaba leer, pero un día vi unos libros entre unos contenedores y uno de ellos me llamó la atención», afirma. Entre el montón de libros escogió uno sobre extraterrestres escrito por el escritor suizo Erich von Däniken. La experiencia no le entusiasmó. Sin embargo, un mes más tarde cogió de nuevo un libro sin saber por qué y desde entonces no ha parado de leer. «Mientras leo me evado y no pienso en las cosas malas. En la calle no hay otra cosa que hacer», dice.

          Justo antes de desengancharse estuvo un año en prisión por robo. De aquello no se siente orgulloso. Cree que la cárcel no ha cambiado en nada su forma de ser. «Cometí una estupidez y pagué por ello, pero la cárcel no enseña nada: es una escuela de delincuentes», comenta. Allí leía mucho porque aprovechaba la biblioteca al máximo. Confiesa que la lectura para él se ha convertido en una pasión necesaria.

          Le gusta la narrativa. La poesía no le convence aunque reconoce su valor. A Juan José le interesan las historias y todo aquello que se escape a la razón humana. Las novelas de ovnis le atraen mucho, pero también teorías religiosas al margen de lo establecido: «Me gusta saber lo que esconde el poder, la Iglesia».

          Es exigente con la calidad de los libros y si no le enganchan deja de leerlos. Los consigue porque la gente se los regala o se los presta, pero de vez en cuando se compra alguno gracias al dinero que recibe de su pensión por invalidez. Tiene un ojo ciego por culpa de un accidente durante una persecución policial. La prestación por minusvalía apenas sobrepasa los trescientos euros, pero él dice que son suficientes para comer, vestir, leer y fumar. Sólo le gustaría cobrar un poco más para alquilar una habitación. De momento duerme con un saco y una manta en una calle próxima a la Iglesia de los Jerónimos. «Cada noche antes de acostarme leo quince páginas, después me quedo frito», cuenta. Dice que la gente le respeta y que nunca tiene problemas. Solo sufrió una agresión en la calle mientras dormía hace cuatro años.

          Lee de media un par de libros cada semana, aproximadamente unas ochocientas páginas. Le cuesta recordar los títulos, pero hay uno que no ha podido olvidar: «Paz Gracias al Terror», de Hugo Portisch –una novela sobre la Guerra Fría y los arsenales de «la carrera atómica»–. Es el libro que más le ha gustado de todos los que ha leído. Son muchos. Lo piensa y no acierta a dar una cifra aproximada. De ellos dice aprender todo lo que el mundo oculta y fantasea desarrollando teorías conspiratorias sobre asuntos internacionales como el 11-S o sobre la crisis económica: «Para mí no hay crisis. En España no se pasa hambre, todos los días se tira pan».

          En su mochila tiene preparados los dos siguientes: «Los Evangelios según Jesucristo», de Saramago; y «La Conjura de los Necios», de John Kenedy Toole. Nunca ha repetido lectura aunque confiesa que con éste último hará una excepción porque ya lo leyó y le gustó mucho. También comenta lo que no le agrada, como por ejemplo la saga de «Caballo de Troya», de J.J. Benítez y los autores españoles en términos generales.

          Tiene familia y se ha apartado de ella voluntariamente. No ve a su hijo de treinta y cinco años desde hace diez, aunque a su padre lo vista con frecuencia. Cuando lo hace aprovecha para asearse y lavar su ropa: «Él dice que me quede a dormir, pero yo ya no sé convivir», comenta. A veces se queda bloqueado mentalmente y suele recurrir a la comparación con algún libro para salvar la situación. También lo hace con las películas pero cuenta que hace mucho que no ve una. La última fue una de «Terminator».

          Dice que en la calle se perciben muchas cosas. Sabe que hoy es «La Noche de los Libros» aunque no lee prensa ni consulta otros medios de comunicación. Sin embargo, para él hoy es un día más. Un día de lectura. «Mi ojo se cansa, pero yo no me canso de leer», sentencia Juan José. Antes de retomar la lectura añade: «De la calle no está libre nadie». Después continúa leyendo su libro «La Historiadora» sobre la vida del Conde Drácula. Esta noche no hará nada especial. Su marcapáginas, un flayer de una discoteca de la zona, marca el inicio de un párrafo que dice: «Cuando terminamos Hellen salió a fumar un cigarrillo». Él ya está fuera y consume la última calada de un pitillo mientras sigue su lectura. Está noche es «Hellen» con quién Juan José se irá a dormir.

martes, 12 de abril de 2011

Madrid: un crisol de mercados

Madrid es la ciudad española que más mercados municipales tiene. Cada uno de ellos destaca por  sus múltiples enfoques y peculiaridades



ADRIÁN DELGADO| Entre el lujo y la desolación. Dentro de estas dos coordenadas se pueden englobar algunos de los mercados municipales más antiguos e importantes de Madrid. En el centro de la ciudad no llegan a diez —de un to talde 46 mercados— y en ellos se confirma la máxima de que una ciudad está en constante transformación. El de San Antón, el de La Cebada, el de Los Mostenses, el de San Miguel o el de Antón Martín son algunos de sus nombres. En todos se compra y se vende pero en ellos, más allá de la transacción material, existen historias que dan vida a sus barrios. Un mercado es un lugar para la conversación, la interactividad, el consejo y, si cabe, eternas relaciones de fidelidad.

En Madrid los hubo míticos como el de la Plaza de Olavide o la Lonja delas Peñuelas, hoy desaparecidos. El cierre de un mercado siempre es una mala noticia. En los últimos dos años barrios como Ciudad Lineal, Moncloa, Tetuán, Puente de Vallecas o Carabanchel se han quedado sin sus comercios de «toda la vida». En ello algo tiene que ver el nivel medio económico de la zona, pero también un conjunto de factores como la competencia de las grandes superficies y la obsolescencia de las instalaciones. El Ayuntamiento puso en marcha en 2004 el «Plan de Innovación y Trasformación de los Mercados Municipales de Madrid» con la idea de renovar las instalaciones y mejorar los servicios. La semana pasada se reinauguraba el mercado de Argüelles después de siete meses de obras y más tres millones y medio de euros de inversión.

Sin embargo, no todos los proyectos de reforma llegan a buen puerto. Uno de ellos es el mercado de la Cebada en la Plaza de la Latina. En su época dorada atendía a 150.000 vecinos del distrito Centro. Sus instalaciones,con más de 8.000 metros cuadrados, se encuentran en un estado deteriorado. Casi la mitad de sus 400 puestos están desocupados. En 2006 salió a concurso el plan de reforma con la idea de crear un mercado más moderno y funcional capaz de acoger un polideportivo y un aparcamiento subterráneo con mayor capacidad. El proyecto ganador pretendía establecer un perímetro peatonal alrededor de la zona comercial y nuevas zonas verdes para convertir el antiguo mercado en un punto de encuentro entre los vecinos. Pero las obras, previstas para 2008, no han llegado todavía. Uno de los responsables del mercado, que prefiere mantenerse en el anonimato, afirma que se han olvidado de ellos. «La Cebada no está entre las prioridades del Alcalde», concluye.

Un proyecto estancado

El Ayuntamiento asegura que no hay dinero para acometer una reforma tan ambiciosa como ésta. La única solución planteada por el consistorio municipal consiste en que una empresa privada aporte la financiación necesaria a cambio de la gestión del futuro centro comercial, el polideportivo, el mercado y el aparcamiento. El candidato socialista a la alcaldía, Jaime Lissavetzky, denunció hace poco que Gallardón ha incumplido su promesa de rehabilitar el entorno de la plaza de la Cebada. «El mercado de la Cebada no ha merecido ninguna atención por parte del alcalde», afirmó. Además, Lissavetzky aseguró que la rehabilitación de esta zona será una cuestión «preferente» en su programa,como también dice que lo será la apuesta por el comercio de barrio en toda la capital.

Madrid es la ciudad que más mercados municipales tiene de toda España, y precisamente esta variedad es la que permite que haya diferencias entre ellos. Uno de los más peculiares es el de Antón Martín, al menos en cuanto a la distribución espacial de sus puestos. Lo que más llama la atención de este centro son los comercios que hay en el pasaje Doré, fuera de las instalaciones destinadas para tal fin. Forman parte del mercado pero generan vida fuera de él. «Parece que estoy en un mercadillo —dice una de las vecinas del barrio—, me gusta que los puestos invadan las calles sin estar encajonados entre cuatro paredes».

Dentro, en el edificio, la sensación es más parecida a la que se siente en los mercados tradicionales. Los puestos tienen muchos clientes y el ruido ambiente está plagado de voces que gritan: «quién da la vez» y «yo soy el último». Tampoco en este centro se ha notado tanto la crisis de los mercados,quizá por la reciente transformación que se ha llevado a cabo dentro del plan de reforma del Ayuntamiento,un plan del que aún no se ha beneficiado otro de los mercados del Centro: el de Los Mostenses.

Este centro necesita una reforma integral que ponga al día sus infraestructuras,y sus comerciantes lo saben. Por eso están totalmente de acuerdo con la realización de las obras en el edificio, y piden que mientras que duren las mismas se les cree un mercado provisional en Plaza de España que les permita seguir con su negocio. Así lo hicieron en Malasaña durante los trabajos que se están realizando en el mercado de Barceló. Sin embargo, el alcalde Alberto Ruiz Gallardón es más proclive a indemnizar a los propietarios de los puestos que a la creación de una galería de alimentación transitoria. Por el momento, las acciones están paradas y todo indica que no sucederá nada de esto hasta la próxima legislatura.

El mercado de Los Mostenses ha sobrevivido gracias a la aportación de la población inmigrante —como muchos otros comercios de la capital— en su mayoría procedente de Sudamérica y de Asia. Resulta llamativo que sólo un bajo porcentaje de los clientes sean españoles. Este hecho se ve reflejado en los cambios que han tenido que llevar a cabo los tenderos para satisfacer las necesidades de sus nuevos clientes, como por ejemplo comenzar a vender productos latinos o sopas de fideos chinos. Delicatessen, cortes selectos de carne, boquerones frescos —también sushi— y pan candeal. En un mercado los productos son la estrella, pero lo mejor de su esencia está en las relaciones sociales que se dan entre sus muros. Del éxito de los planes de renovación depende en buena parte que las nuevas generaciones puedan seguir disfrutando de estos lugares de intercambio tan nostálgicos como necesarios.

 «Dime dónde compras y te diré quién eres...»




 TRES MERCADOS, TRES CONCEPTOS








jueves, 31 de marzo de 2011

¿Qué tiene que aprender EE.UU. del terremoto de Japón?

Algunos sismólogos estadounidenses temen que se produzca un seísmo de similares características en la región de «Cascadia» entre Canadá y EE.UU


ADRIÁN DELGADO| Japón se encuentra encaramado en el llamado «Anillo de Fuego» del Pacífico y que se haya producido un terremoto de gran magnitud no es de extrañar. Sus sistemas de alerta se encuentran entre los más sofisticados del mundo y sin duda, gracias a ellos se han podido salvar miles de vidas. Ahora, los científicos estadounidense del noroeste del Pacífico miran con recelo la falla «Cascadia» subdividida entre Canadá y EE.UU. que en 1700 provocó un terremoto –estimado en 9 grados de magnitud en la escala de Richter– que rompió dicha falla a través de mil kilometros, con un promedio de deslizamiento de veinte metros. El miedo a que se pueda reproducir el célebre terremoto de «Cascadia» puede obligar a Japón y a EE.UU, así como a todo el noroeste del Pacífico, a reexaminar su propia preparación sismológica.

John Vidale, sismólogo de la Universidad de Washington ha afirmado que este terremoto va a ser la referencia para el noroeste del Pacífico cuando se rompa la falla «Cascadia», y añade: «Sabemos que va a producirse un fuerte seísmo en esta región. La cuestión es cuando se producirá».

El noroeste del Pacífico se encuentra en una zona de subducción en la que una placa tectónica se hunde bajo otra –a diferencia de una zona de cizalla como la de California, donde las placas se frotan una sobre otra en sentido horizontal–. Ambos tipos de terremotos pueden ser devastadores, pero sólo los temblores en las zonas de subducción causan tsunamis. La magnitud del terremoto que sacudió Japón, recientemente estimada de nuevo en 9.1 grados en la escala de Richter, se sentió en su intensidad pura, según la revista Science.

Japón no está fuera de peligro, pero EE.UU tampoco. Vidale afirma que el peligro real de Japón no son las réplicas de este terremoto si no un gran seísmo en una falla que corre cerca de Tokio, que ahora tiene más presión. Cuándo sucederá es aún una incógnita a resolver, afirma este experto. Por su parte, Robert Woodward de Incorporated Research Institutions for Seismology en Washington, espera que el terremoto sea una mina de oro de información para los investigadores en el futuro. Y Vidale afirma que la tarea de los científicos será ahora examinar los datos sismológicos de Japón en los días previos al terremoto para poder establecer patrones de temblores que podrían predecir terremotos futuros, como el previsible seísmo de la falla de «Cascadia».

Los sofisticados sistemas de alerta japoneses ayudaron a mitigar los daños. Sus avanzados sismógrafos recogieron los primeros temblores enviando una alerta automática a las estaciones de televisión y otros medios un minuto antes del seísmo. Vidale, opina que este ha sido un terremoto cuyos sistemas de predicción estaban bien instrumentados. Por eso cree que podrían funcionar en la zona de «Cascadia» al ser un entrono muy similar al noroeste del Pacífico. Este experto sismólogo estima que la instalación de este sistema de respuesta en esta región costaría unos cincuenta millones de dólares, más un millón anual por mantenimiento. En comparación con una cifra de miles de millones de dólares en daños económicos que el United States Geological Survey ha previsto para la catástrofe que ha sacudido Japón, los sismólogos estadounidenses creen que puede ser una buena inversión.